Ciclo de Charlas del CEEPADE: La crisis mundial y su impacto en Suramérica

Con casi 100 participantes comenzó el ciclo de charlas virtuales que ofrecen el Centro de Estudios Estratégicos para la Defensa “Manuel Belgrano” y la UNDEF

Minutos después de las 19 horas del martes 23 de junio, el Rector de la UNDEF, Jorge Battaglino, dio la bienvenida a los asistentes a la charla, en la que luego de las palabras del la secretaria ejecutiva del CEEPADE, Nilda Garré, expusieron los dos destacados académicos en temas de defensa, Luciano Azelini y Juan Gabriel Tokatlian.

En tiempos en que, por la pandemia del COVID-19, la presencialidad dio paso a encuentros mediados por tecnologías, el CEEPADE vuelve a tomar la preponderancia como espacio de debate sobre temas de defensa nacional, como lo fue en sus orígenes en el año 2008.

A continuación de las palabras de bienvenida del rector y la secretaria ejecutiva del CEEPADE, hizo uso de la palabra el Dr. Anzelini que expuso durante unos 20 minutos sobre la crisis mundial y el escenario en que se juegan actualmente –y se librarán en el futuro– la luchas de poder en el ámbito internacional, sobre todo en temas como  Antártida, el espacio, el proceso de paz colombiano, la situación de Venezuela y su relación con Rusia, la posible legalización de drogas, entre otros.

A continuación, el Dr. Tokatlian  invitó a la audiencia a pensar la post-pandemia en clave de continuidad y cambios. Afirmó tajantemente que “multilateralismo no significa paz”. En ese sentido, afirmó que el dilema de América Latina pasa por ver quién resulta mas aquiescente ante las demandas internacionales, y respecto de la Argentina subrayó que ve una perspectiva “poco atractiva”  en cuanto a política exterior y cree deseable volver, en palabras del reconocido autor Maquiavelo, a la “moderación, prudencia y humanidad” como valores dentro de la política exterior argentina. También en su alocución, Tokatlian hizo mención al deterioro de las relaciones entre Argentina y Brasil, y aseguró que no es un conflicto nuevo ni fácil de resolver.

Luego de las dos exposiciones, el Dr. Battaglino, oficiando de moderador, agrupó las preguntas hechas por los participantes por temáticas y las transmitió a los oradores, quienes tuvieron un par de minutos para responderlas y exponer profundizando en los temas tocados. Luego de casi de dos horas de reunión, el rector de la UNDEF dio por terminada la jornada agradeciendo la participación e invitando a la próxima reunión, que ya está en proceso organizativo.

Las voces de los participantes

Entre las casi 100 personas que se encontraron en esta reunión, se vio reflejado todo el universo de la comunidad UNDEF: decanos, docentes, estudiantes, académicos, investigadores y trabajadores, con los que consultamos y aquí vertimos algunas de sus opiniones.

El decano de Facultad de la Armada,  CL Mg. Juan Carlos Bazán, expresó: “Con un encuentro de elevado nivel académico, en la tarde del martes se inició formalmente el primer ciclo de charlas del Centro de Estudios Estratégicos para la Defensa “Manuel Belgrano”. Este acontecimiento marca la puesta en valor del CEEPADE como usina de ideas de la Universidad de la Defensa y, como tal, adquiere una relevancia mayúscula en el escenario actual, dominado por una pandemia de alcance mundial y una crisis económica y social sin precedentes. Las presentaciones, a cargo de dos académicos de reconocido prestigio, fueron sumamente enriquecedoras, por el marco teórico elegido y por su claridad conceptual. Este punto de partida nos permite avizorar un futuro promisorio, fundamentalmente porque promete posicionar al CEEPADE en el centro del debate que servirá de referencia en la elaboración de una política de estado de defensa nacional. Desde la Facultad de la Armada acompañamos al CEEPADE en esta estela, aportando nuestro conocimiento, nuestra experiencia en cuestiones marítimas y la idoneidad de nuestro cuerpo de investigadores.”

A su vez, el decano de la Unidad Académica de Formación Conjunta, CY Gabriel Camilli, hizo referencia al encuentro de este modo: “Creo que las exposiciones han demostrado que la crisis actual ha revalorizado la importancia del espacio territorial, el territorio está ahí; es real, no virtual. Los cambios tecnológicos están impulsando fuertemente la reestructuración geopolítica del poder mundial. Estamos ante el debate de temas tan diversos como las raíces de la territorialidad, la percepción del espacio o el origen del estado moderno hasta la democracia actual, pasando por la erosión de la soberanía y el rol de los Estados Unidos o de China en el mundo que viene, entre otros.”

El Lic. Luis Tibiletti  actual director del Curso Superior de Defensa Nacional que se dicta en la FADENA y que anteriormente dirigió el CEEPADE, aseguró que “fue una excelente reunión demostrativa de las enormes posibilidades del CEEPADE de volver a transformarse en un ámbito de debate del mayor nivel académico. Felicito a sus autoridades y espero que se pueda continuar en esta dirección.”

En tanto, el CY Mg. Alejandro Torres, que integra el equipo de trabajo de la Secretaría de Ciencia y Tecnología de la UNDEF, se expresó de esta forma : “me pareció muy interesante el abordaje de las tensiones en materia de intereses estratégicos analizados en el plano internacional, regional y local por parte de los disertantes, como así también la apertura por parte de la Dra. Garré, en la se refirió a los antecedentes del CEEPADE y los objetivos que tiene a futuro en materia del estudio de temas estratégicos para la defensa.”

También la Sra. Carolina Gauna, que se encontraba entre el público, dijo: “Excelente la exposición. Le vuelvo a encontrar sentido al buscar capacitarme en defensa nacional y doctorarme. Los profesionales de la administración necesitamos saber que hay un rumbo o un plan nacional y que desde nuestro lugar, aun el mas insignificante, podemos participar.”

Para quienes no pudieron participar de esta primera charla, quieran volver a disfrutarla, estará disponible dentro de los próximos días en el canal de YouTube de la Universidad de la Defensa Nacional.

Curso virtual: Introducción a la Defensa Nacional

La UNDEF, junto al Instituto de Capacitación Parlamentaria (ICaP), desarrollan una serie de encuentros orientados a la formación de representantes de la cámara baja del Congreso Nacional y sus asesores.

Consiste en una serie de seis conferencias virtuales con participantes destacados del ámbito de la Defensa Nacional.

El primer viernes, de seis en los que se llevará acabo la capacitación, fue el 19 de junio oportunidad en la que los asistentes escucharon a la Abg. Nilda Garré y al Abg. Horacio Jaunarena, ambos ex ministros de Defensa. En el encuentro, se trataron las bases legales y lo que constituye el plexo normativo referente a la defensa nacional en el país.

Alrededor de 60 participantes, entre legisladores y asesores, fueron de la partida y proseguirán con la capacitación que abordará temas como, por ejemplo, la educación militar el desarrollo de ciencia y tecnología aplicada a la defensa, la coordinación militar en emergencias, los instrumentos militares y la dimensión internacional de la política en defensa nacional.

Manuel Belgrano y un montón de mujeres

Por la Mg. Eliana de Arrascaeta
Coordinadora del Repositorio Digital
de la Escuela de Guerra Conjunta

Parafraseando al poeta, al apuesto Manuel Belgrano, lo estremecieron un montón de mujeres. En primer lugar, su madre, una mujer devota que supo mantener a su familia cuando su esposo fue injustamente a prisión.

Luego, en su vida de estudiante en Europa, los autores franceses lo convencieron de las nuevas ideas donde las mujeres dieron sus primeros pasos: las llamadas “furias” de la revolución, movilizadas por la Comuna, formaban una especie de coro durante las ejecuciones de los monárquicos.

El Virreinato del Río de la Plata, donde los rasgos de la sociedad colonial eran más débiles, supo desprenderse del sesgo cultural hispánico y romper las cadenas que lo ataban a la antigua metrópoli, y así comenzar tempranamente su camino hacia la independencia. Los cánones morales de esa sociedad patriarcal fueron el hito con el que se inició el resquebrajamiento del orden colonial.

La lucha por la emancipación

Las ciudades, y sobre todo las sedes virreinales como Buenos Aires, vivieron de modo diferente los cambios que introdujo el liberalismo borbónico. La pérdida de peso de la Iglesia católica como custodia de la moral, y una serie de disposiciones jurídico-administrativas otorgaron a las mujeres cierto poder de decisión. Incluso los periódicos como el Telégrafo Mercantil denunciaron desde 1801 los absurdos de la época admitidos como válidos: la condición de las mujeres era uno de ellos, junto a la esclavitud y la falta de estímulos a la producción de bienes locales. Por ese motivo, Manuel Belgrano, entonces secretario del Real Consulado, impulsó la educación de las mujeres como forma de emancipación.

Para muchas de ellas, abrazar la causa patriótica fue no sólo donar sus joyas para las campañas militares –imagen remanida–, cantar el Himno, confeccionar uniformes, distintivos y banderas como lo cuenta la propia Mariquita Sánchez, sino también cumplir funciones, a veces peligrosas, como mensajeras, portadoras de documentos secretos y encargadas de las tareas de inteligencia.

Hubo mujeres que abrazaron decididamente la causa patriótica, como María Remedios del Valle, parda y analfabeta, que tuvo un heroico desempeño en el Ejército del Norte. La Historia la recuerda como la “niña de Ayohuma” que auxilió a las tropas vencidas del general Belgrano, pero su actuación fue mucho más que asistir en la derrota: combatió desde el principio hasta el final en las campañas del Alta Perú, en el regimiento de artillería de la Patria. En una ocasión, siendo prisionera de los realistas, ayudó a escapar a los jefes patriotas y luego logró escapar ella. También bautizada como “madre de la patria”, peleó con agallas, asistió a los heridos y por esta razón Belgrano, que era reacio a incorporar mujeres, le dio el grado de capitana. Esta hija de Buenos Aires, que perdió a su esposo e hijos en las guerras independentistas, tuvo su merecido reconocimiento en 1827, cuando le otorgaron el sueldo de capitana de infantería. Luego fue ascendida a sargento mayor (entonces un grado de oficiales) en tiempos de Rosas. Es de las pocas mujeres que obtuvo reconocimiento y vivió sus últimos días en paz. Falleció en 1847.

Las amazonas de Juana

La Primera Junta de Buenos Aires envió expediciones para ayudar a los pueblos altoperuanos en su lucha emancipatoria. Manuel Ascencio Padilla fue uno de los jefes locales que se sumó a las fuerzas de Juan José Castelli, que cayeron derrotadas en Huaqui en 1811. Lo reemplazó Manuel Belgrano como jefe del Ejército del Norte. La región altoperuana proclamó su adhesión y Manuel Padilla, al mando de 80.000 “cuicos” armados con palos y chuzas, impidió la llegada de refuerzos españoles para auxiliar al gobernador de Potosí. Pese a las reiteradas negativas de Manuel Padilla, su esposa Juana Azurduy se incorporó al ejército desafiando las normas sociales. De hecho, desde 1812 actuaron casi siempre juntos. Entonces, la guerra en el Alto Perú se había convertido en guerra de guerrillas o de republiquetas, por estar al mando de caudillos locales. En este tipo de acciones irregulares, que poseen más decisión y audacia que recursos, las mujeres ocuparon un lugar preponderante. En efecto, en todas las zonas rurales, montes, selvas, grandes alturas y caminos polvorientos recorridos a lomo de mula o caballo, dieron batalla a los godos con las armas que tuvieron a mano: piedras, lanzas, macanas o pertrechos capturados al enemigo. Después de la batalla de Salta, Juana y sus cuatro hijos se refugiaron en el monte. Cuando regresaron a Chuquisaca, Juana –una eximia amazona–, formó y combatió con el batallón de los Leales, también integrado  por mujeres como Teresa Bustos de Lemoine y una treintena más conocidas como Las Amazonas. La guerra de guerrillas estaba formada por grupos pequeños que atacaban al enemigo por sorpresa, retrocedían cuando eran atacados o avanzaban cuando los realistas huían. Con más bravura que armas, si bien tuvieron derrotas en batallas campales, lograron mantener a raya a las fuerzas realistas.

En 1814, la persecución a Padilla fue tan intensa que Juana se ocultó con sus hijos en la zona pantanosa del valle de Segura, donde sus cuatro hijos murieron de fiebre por las condiciones poco saludables. Pese a la tristeza, Juana siguió combatiendo para defender –como ella dijo en una carta a Belgrano–, su “dulce libertad” y ya en 1816, comenzó a ser nombrada en los partes y misivas de guerreros patriotas y españoles. Se destacó su bravura en la batalla de Tarabuco, cuando peleó embarazada de su quinta hija y logró vencer a los realistas y arrebatarles la preciada bandera cuando huían del campo de batalla. Por esa acción, Belgrano le obsequió su espada y envió una carta al director supremo Pueyrredón para que le concediera grado militar. Recibió el grado de teniente coronel de las “partidas de los decididos del Perú” en 1816, año en que falleció Manuel. Pese a los infortunios, Juana Azurduy siguió combatiendo, incluso con su hija Luisa en brazos. Ya entonces era un mito por ser mujer y guerrillera y por ser la única que, sin instrucción militar, era capaz de conducir acciones militares como jefa de caballería. Peleó en más de 16 combates y fue una heroína a la que le atribuyeron características varoniles por su valentía y destreza. Viuda, dejó a su hija y se trasladó a Salta para combatir a las órdenes de Martín Miguel de Güemes y, a la muerte del caudillo en 1821, solicitó auxilio para volver a su patria. Al no ser militar profesional, retomó su vida cotidiana para cumplir con los roles tradicionales asignados a las mujeres.

El libertador Simón Bolívar le otorgó a “Juana de América” una pensión de 60 pesos y Sucre se la aumentó a cien, pero sólo la cobró durante dos años, porque los gobiernos posteriores, enfrentados en fracciones, se la quitaron. A la hora de formar gobierno, las nacientes naciones se olvidaron del arrojo desplegado por las mujeres guerrilleras.

Ramillete de mujeres

¿En qué medida la revolución había cambiado la suerte de las mujeres?, se preguntaba en 1812 el periódico El grito del Sud, publicado por la Sociedad Patriótica. Las respuestas apuntaban a demoler prejuicios y sumisiones en aquella época de transición.

El resquebrajamiento del orden colonial había permitido los primeros síntomas de libertad que impulsaron a las mujeres a pensarse como individuos autónomos. Los usos y costumbres tambalearon y la sociedad patriarcal retrocedió cuando decidieron casarse contra la voluntad paterna, aprendieron a leer y a escribir y participaron de las tertulias políticas. Esos cambios importantes fueron asimilados casi sin oposición, puesto que no implicaban la pérdida del recato. María Josefa Ezcurra, casada sin su consentimiento con un primo suyo, se enamoró de Belgrano, con quien tuvo un hijo que criaron Juan Manuel de Rosas y Encarnación Ezcurra.

Una situación distinta se dio cuando el fervor patriótico impulsó a muchas de ellas a sumarse a las luchas independentistas. Ante la sorpresa general, las mujeres lograron abrirse camino como guerreras y ser toleradas como tales. Sin embargo, los apelativos con los que fueron descriptas, dan cuenta de los prejuicios epocales: tildadas de “varoniles” por su valentía o como “madres o hermanas” en la asistencia a los enfermos y caídos, sus actuaciones fueron minimizadas o silenciadas.

En efecto, el ciclo revolucionario que comenzó el 25 de mayo de 1810 fue propicio para desligarse de viejas ataduras sociales. En el fragor de las contiendas y frente a la débil institucionalidad política, las mujeres gozaron de ciertas libertades. Pero estos momentos de cambio fueron transicionales y contradictorios. Cuando el Congreso de Tucumán puso fin a la revolución en 1816, sólo dos figuras femeninas ocuparon un rol protagónico: Santa Rosa de Lima, nombrada patrona de la Independencia, y Lucía Aráoz, la rubia de la Patria que fue coronada reina del baile realizado por su padre, el gobernador Bernabé Aráoz, el 10 de julio de 1816 para celebrar la declaración de independencia. En esa fiesta, Manuel Belgrano conoció a Mónica Helguero, con quien tuvo una hija de la que se ocupó personalmente.

Poco a poco, la imposición del orden volvió a colocar a las mujeres en la trastienda doméstica. Pero la nueva domesticación no implicó una vuelta al pasado: a las funciones de madre y esposa, se sumaron otras tareas tendientes a dirimir los destinos de la patria.

Los ingenieros militares y sus grandes aportes a la Nación

El pasado 6 de junio, se celebraron los 150 años de ingeniería en el país, y hace apenas dos días el día del ingeniero. Por eso, desde la UNDEF queremos no solo felicitar y alentar el trabajo de los docentes y estudiantes de nuestras facultades de ingeniería, sino también recordar a los ingenieros que se desempeñaron en las Fuerzas Armadas.

En sede del rectorado de la UNDEF hay expuesta una serie de cuadros, obra del artista Javier Armentano, que se titula “Militares Pioneros de la Ciencia y Tecnología”. En esos cuadros, se ven retratados algunos de los ingenieros militares que contribuyeron fuertemente al desarrollo del país.

General de Brigada Ingeniero Alonso Baldrich (17/01/1870-20/08/1956)

Además de militar e ingeniero, fue escritor y activista político. Junto con el general Enrique Mosconi participó del desarrollo de la petrolera estatal YPF y de la lucha contra la injerencia política de la empresa estadounidense Standard Oil en Argentina. Fue general de brigada y lideró la Dirección de Parques Nacionales. Se lo considera uno de los principales exponentes del nacionalismo económico de su época.

Teniente General Ingeniero Juan Pistarini (23/12/1882-29/05/1956)

Fue ministro de Obras Públicas durante tres gobiernos entre 1944 y 1952, y vicepresidente de Edelmiro Julián Farrell. Fue el principal promotor del aeropuerto internacional que se encuentra en Ezeiza y que lleva su nombre. Entre 1944 y 1952, construyó miles de kilómetros de rutas, hoteles de turismo en San Luis, Paso de los Libres, Ushuaia, Bariloche, entre otras ciudades del interior, y complejos de turismo social en Chapadmalal y Embalse de Río Tercero, espacios de esparcimiento y balnearios populares como el de Costanera Norte; barrios inspirados en la construcción colonial de California. La Unidad Turística Embalse, en Córdoba que levantó entre 1946 y 1955.

General de División Ingeniero Manuel Nicolás Savio (15/3/1892-31/7/1948)

Se destacó por su acción para desarrollar la industria siderúrgica en el país desde la dirección de Fabricaciones Militares y SoMiSA. Es una figura sobresaliente en la historia de la industria en la Argentina. Alcanzó el grado de general. Decenas de escuelas técnicas, laboratorios y plantas fabriles llevan su nombre. Savio murió sorpresivamente en 1948, por lo que muchos de sus proyectos se detuvieron. El Plan Savio (siderúrgico) fue puesto en marcha en 1958 (presidencia de Arturo Frondizi), con la instalación de la planta de Punta Argerich, que luego se llamó Planta Siderúrgica.

General de División Ingeniero Enrique Carlos Mosconi (21/2/1877-4/6/1940)

Es conocido, principalmente, por haber sido pionero en la organización de la exploración y explotación de petróleo en Argentina. Fue ideólogo y primer presidente de la empresa estatal YPF. El 16 de octubre de 1922, durante la presidencia de Marcelo T. de Alvear, Mosconi fue nombrado Director General de Yacimientos Petrolíferos Fiscales (YPF), cargo que ocupó durante ocho años, donde dedicó grandes esfuerzos para incrementar la exploración y desarrollo de la extracción de petróleo.

Comodoro Ingeniero Aeronáutico Aldo Zeoli (3/6/1916-19/8/2003)

Se desempeñó en la astronáutica. Fue uno de los mayores promotores de la industria astronáutica argentina.​ Se lo recuerda por conseguir dos logros mundiales: llevar vida al espacio (Argentina en el cuarto país en lograr ese objetivo) y realizar pruebas desde la Antártida (nuestro país fue el tercero en hacerlo).

Brigadier Mayor Juan Ignacio San Martín (24/8/1904 – 16/12/1966)

Cuadragésimo octavo (48º) Gobernador de Córdoba, elegido constitucionalmente, consolidó las bases de la industria cordobesa. En octubre de 1951, fue designado por Juan Domingo Perón como Ministro de Aeronáutica. Al asumir, consiguió la autorización del Poder Ejecutivo para transferir a la Aeronáutica la responsabilidad del desarrollo del Segundo Plan Quinquenal en lo concerniente a la producción automotriz. San Martín creó entonces Industrias Aeronáuticas y Mecánicas del Estado (IAME), con la misión de promocionar la investigación, los proyectos, la construcción y reparación de aviones, de material aeronáutico, y de la industria automotriz. La etapa del IAME tuvo un gran éxito, que se vio interrumpido en 1955 con el derrocamiento del gobierno constitucional del General Perón a manos de la llamada Revolución Libertadora.

La UNDEF firmó un convenio de colaboración con la fábrica de aviones FADEA

El Rector de la Universidad, Jorge Battaglino, y la presidenta de la Fábrica Argentina de Aviones “Brig. San Martín”, Mirta Iriondo, hicieron efectivo el 17 de junio un convenio de colaboración a través de una videoconferencia que efectivizó el acuerdo.

Con la firma de éste importante convenio, la UNDEF dio inicio a un proceso de cooperación con FADEA en las áreas de formación, investigación y desarrollo tecnológico. En la reunión, también se anunció la puesta en marcha de una colaboración específica entre la fábrica de aviones y la Facultad de Ingeniería del Centro Regional Universitario de Córdoba de la UNDEF en un proyecto de actualización del IA-100, el emblemático avión de fabricación nacional para el entrenamiento civil y militar.

“Este acuerdo es la piedra angular sobre la que, en el futuro, se celebren nuevos entendimientos específicos entre las partes, contribuyendo a la formación y a la investigación para la defensa en un camino que apueste a la producción del conocimiento, al desarrollo tecnológico soberano y a la sustitución de importaciones”, expresó Battaglino.

Además de la Dra. Iriondo y el Dr. Battaglino, participaron de la reunión virtual: por FADeA, el vicepresidente Ing. Franco Giuggioloni y el director ejecutivo Dr. Horacio Viqueira; el Secretario de Ciencia y Tecnología de la UNDEF, Ing. Diego D’Urso; el Director del Centro Regional Universitario de Córdoba de la UNDEF, CO Renato Cabrera; el Decano de la Facultad de Ingeniería, VC José Cuozzo; y el representante del Rectorado de UNDEF en la Provincia de Córdoba, BM (R) Raúl Enrique Acosta. Desde la Ciudad de Buenos Aires, estuvieron conectados el BR Brigadier Walter Brun, Director General de Educación de Fuerza Aérea y Vicerrector de la UNDEF, y el Director Nacional de Política Industrial para la Defensa, Lic. Martín Novella.

La UNDEF presenta el primer Ciclo de Charlas del Centro de Estudios Estratégicos para la Defensa “Manuel Belgrano”

El CEEPADE es dirigido por la Abg. Nilda Garré y funciona en el Rectorado de la UNDEF.

En la primera charla, se abordará el impacto de la crisis actual en América del Sur y expondrán al respecto:

Juan Gabriel Tokatlian: Ph.D. (1990) en Relaciones Internacionales de The Johns Hopkins University School of Advanced International Studies en Washingon, D.C. (Estados Unidos). Actualmente, es Vicerrector de la Universidad Di Tella. Profesor Plenario del Departamento de Ciencia Política y Estudios Internacionales de UTDT y ex director de dicho Departamento (abril  2012-marzo 2016). Vivió 18 años en Colombia, entre 1981 y 1998. Fue Profesor Asociado (1995-98) de la Universidad Nacional de Colombia (Bogotá), donde se desempeñó como investigador principal del Instituto de Estudios Políticos y Relaciones Internacionales (IEPRI). Fue cofundador (1982) y Cofundador y Director (1987-94) del Centro de Estudios Internacionales (CEI) de la Universidad de los Andes (Bogotá).

Luciano Anzelini: Doctor en Ciencias Sociales por la Universidad de Buenos Aires (UBA 2019). Magíster en Estudios Internacionales (Universidad Torcuato Di Tella, 2008). Licenciado en Ciencia Política (UBA, 2004). Sus tesis de maestría y doctorado –enfocadas en el fenómeno del imperialismo y el papel de los Estados Unidos a nivel global y en América Latina– fueron dirigidas por el Dr. Roberto Russell. Actualmente, es Profesor Adjunto e investigador de las universidades nacionales de Buenos Aires y Quilmes. También es Profesor Adjunto de la Universidad Nacional de San Martín y Profesor invitado de posgrado en la Universidad Torcuato Di Tella. En el ámbito de la gestión pública, se desempeña como Director Nacional de Planeamiento y Estrategia del Ministerio de Defensa desde el 10 de diciembre de 2019.

Palabras de inicio: a cargo del Dr. Jorge Battaglino, rector de la UNDEF. Conclusiones de la charla: Abg. Nilda Garré, Secretaria Ejecutiva del CEEPADE.

Moderador: Dr. Sergio Eissa, Director Nacional de Formación del Ministerio de Defensa

Para agendar:

Martes 23 de junio, 19 hs.

Link: https://meet.google.com/wjc-rohp-foj

CONSULTAS E INSCRIPCIONES: ceepade@undef.edu.ar

Manuel Belgrano en 60 frases

En el año en que se conmemoran los 250 años del nacimiento y los 200 años de su fallecimiento, queremos compartir el pensamiento del General Manuel Belgrano reflejado en estas frases:

  1. Soy muy amante de que todas las ciencias se sepan por principios y nadie pueda tener conocimiento de aquellas sin estar instruidos en éstos.
  2. El hombre, por su naturaleza, aspira a lo mejor, y, por consiguiente, desea tener comodidades y no se conforma sólo con comer.
  3. El honor y el premio son los dos resortes más a propósito, para que no se adormezca el espíritu del hombre.
  4. Bien puede pesarle a todos los demonios, pero en mí no tendrán jamás cabida
  5. El miedo sólo sirve para perderlo todo.
  6. Un pueblo culto nunca puede ser esclavizado.
  7. No es lo mismo vestir el uniforme militar, que serlo.
  8. Pues deseo que todos sepan el bien para alegrarse, y el mal para remediarlo, si aman a su patria; así que nada oculto ni ocultaré jamás.
  9. Trabajé siempre para mi patria poniendo voluntad, no incertidumbre.
  10. Los gobiernos ilustrados, conociendo las ventajas que prometen el premio y el honor, han echado mano de estos principios motores del corazón humano para todas las empresas.
  11. Fundar escuelas es sembrar en las almas.
  12. El estudio de lo pasado enseña cómo debe manejarse el hombre en lo presente y por venir.
  13. No busco glorias si no la unión de los americanos y la prosperidad de La Patria.
  14. Me glorío de no haber engañado jamás a ningún hombre y de haber procedido constantemente por el sendero de la razón y de la justicia, a pesar de haber conocido la ingratitud.
  15. Quiero volar, pero mis alas son chicas para tanto peso.
  16. Sin educación, en balde es cansarse, nunca seremos más que lo que desgraciadamente somos.
  17. No hubiese un español que no creyese ser señor de América, y los americanos los miraban entonces con poco menos estupor que los indios en los principios de sus horrorosas carnicerías, tituladas conquistas.
  18. ¿Qué otra cosa son los individuos de un gobierno, que los agentes de negocios de la sociedad, para arreglarlos y dirigirlos del modo que conforme al interés público?.
  19. Nadie me separara de los principios que adopté cuando me decidí a buscar la libertad de la patria amada, y como éste sólo es mi objeto, no las glorias, no los honores, no los empleos, no los intereses, estoy cierto de que seré constante en seguirlos.
  20. [Mis ideas] no se apartan de la razón y justicia que concibo, ni jamás se han dirigido a formar partidos, ni seguirlos.
  21. Esa paz tan estimable se compra al duro precio de la sangre y de la muerte.
  22. La vida es nada si la libertad se pierde.
  23. Este país, que al parecer no reflexiona ni tiene conocimientos económicos, será sin comercio un país desgraciado, esterilizada su feracidad y holgando su industria.
  24. Deseo ardorosamente el mejoramiento de los pueblos.
  25. Su único fin debe ser por un avenimiento… o veremos transformarse el país en puros salvajes.
  26. Que no se oiga ya que los ricos devoran a los pobres, y que la justicia es sólo para aquéllos.
  27. No hallo medio entre salvar a la patria o morir con honor.
  28. No busco el concepto de nadie, sino el de mi propia conciencia, que al fin es con la que vivo en todos los instantes y no quiero que me remuerda.
  29. Mis intenciones no son otras que el evitar la efusión de sangre entre hermanos.
  30. A quien procede con honradez, nada debe alterarle. He hecho cuanto he podido y jamás he faltado a mi palabra.
  31. Ni la virtud ni los talentos tienen precio, ni pueden compensarse con dinero sin degradarlos.
  32. Desde la más remota antigüedad hasta nuestros días, la historia de los siglos y de los tiempos nos enseña cuánto aprecio han merecido todos aquéllos que han puesto el cimiento a alguna obra benéfica a la humanidad.
  33. Método no desorden; disciplina, no caos; constancia no improvisación; firmeza, no blandura; magnanimidad, no condescendencia.
  34. Nuestros patriotas están revestidos de pasiones, y en particular, la de la venganza.
  35. Sirvo a la patria sin otro objeto que el de verla constituida, ése es el premio al que aspiro.
  36. Todo depende y resulta del cultivo de las tierras; sin él no hay materias primeras para las artes, por consiguiente, la industria, que no tiene cómo ejercitarse, no puede proporcionar materias para que el comercio se ejecute.
  37. Me hierve la sangre, al observar tanto obstáculo.
  38. Parece que la injusticia tiene en nosotros más abrigo que la justicia. Pero yo me río, y sigo mi camino.
  39. Fomentar la agricultura, animar la industria y proteger el comercio son los tres importantes objetos que deben ocupar la atención.
  40. Estoy muy acostumbrado a contrastes y más espíritu tengo en ellos que en las prosperidades; me ocurre siempre en éstas que después del buen tiempo viene el malo y en éste que ha de venir aquél.
  41. Es preciso contener la venganza y pedir a Dios que la destierre, porque de no ser así, esto es de nunca acabar y jamás veremos la tranquilidad.
  42. Nada importa saber o no la vida de cierta clase de hombres que todos sus trabajos y afanes los han contraído así mismo, y ni un sólo instante han concedido a los demás; pero la de los hombres públicos, sea cual fuere, debe siempre presentarse, o para que sirva de ejemplo que se emite, o de una lección que retraiga de incidir en sus defectos.
  43. El modo de contener los delitos y fomentar las virtudes es castigar al delincuente y proteger al inocente.
  44. En vano los hombres se empeñan en arrastrar a su opinión a los demás, cuando ella no está cimentada en la razón.
  45. La sombra de la Junta que traigo conmigo hace prodigios; la Junta será la vencedora, no yo; su nombre sólo con el aspecto de nuestros bravos atrae a los afectos y aterra a los malvados.
  46. Que nos entristezcamos o nos alegremos, la mano que todo lo dirige, no por eso va a variar: esta es una verdad evangélica.
  47. Los hombres no entran en razón mientras no padecen.
  48. En mis principios no entra causar males sino cortarlos.
  49. El interés es el único móvil del corazón del hombre y bien manejado puede proporcionar infinitas utilidades.
  50. Era preciso corresponder a la confianza del pueblo, y me contraje al desempeño de esta obligación, asegurando, como aseguro, a la faz del universo, que todas mis ideas cambiaron, y ni una sola concedía a un objeto particular, por más que me interesase el bien público estaba a todos instantes ante mi vista.
  51. La agricultura es la madre fecunda que proporciona todas las materias primeras que dan movimiento a las artes y al comercio.
  52. Lo que creyere justo lo he de hacer, sin consideraciones ni respetos a nadie.
  53. Se deben poner escuelas gratuitas para la niñas, de se les enseñará la doctrina cristiana, a leer, a escribir, coser, bordar, y principalmente inspirarles amor al trabajo, para separarlas de la ociosidad, tan perjudicial o más en las mujeres que en los hombres.
  54. Yo no sé más que hablar la verdad y expresarme con franqueza esto me lo he propuesto desde el principio de la revolución y he seguido y seguiré así.
  55. Todas las dificultades se vencerían rápidamente si hubiera un poco de interés por la patria.
  56. El bien público está en todos los instantes ante mi vida.
  57. Se apoderaron de mí las ideas de libertad, igualdad, seguridad, propiedad, y sólo veía tiranos en los que se oponían a que el hombre fuese donde fuese, no disfrutase de unos derechos que Dios y la naturaleza le habían concedido.
  58. Mis intenciones no son otras que el evitar la efusión de sangre entre hermanos.
  59. Ninguna cosa tiene su valor real, ni efectivo en sí mismo, sólo tiene el que nosotros le queremos dar; y éste se liga precisamente a la necesidad que tengamos en ella; a los medios de satisfacer esta inclinación; a los deseos de lograrla y a su escasez y abundancia.
  60. ¡Juro a la patria y a mis compañeros, que si a las tres de la tarde del día inmediato el virrey no hubiese renunciado, a fe de caballero, yo le derribaré con mis armas!
  61. Mucho me falta para ser un verdadero padre de la patria, me contentaría con ser un buen hijo de ella.