Ya no tengo corazón

–Justo vos, justo vos a quien vi llorar tan­tas veces como a una Mag­dalena— me dijiste, riéndote, cuando te afirmé que yo ya no tenía corazón.

Pero es cierto, a mi corazón lo dejé ya hace muchos años, quizás una eternidad -me cuesta medirlos-. Lo dejé en una tie­rra pobre y desolada a la que en sí no aprecio -la amo como bandera- y a la que, como están las cosas, difícilmente vuelva a ver. Quedó rodeado de muertos a quienes amé de manera tan rica como fugaz. Y quedó con ellos, vivo o también muerto… no lo sé.  ¿Como podría explicártelo si no lo entiendo yo mismo?

Quizás si te cuento una historia…

Calixto Milapi, el chaqueño, era duro como los quebra­chos que hachaba allá en sus pagos. Tan sufrido como simple y fran­co, con esa nobleza natural de nuestros gauchos -ahora esa palabra me suena a souvenir-, lleno de sabiduría mamada en los silencios, labrada en soledades.

Cuando nos conocimos, a principios de 1981, yo era un niño bien; universitario, sanisidrense, rugbier. Había caído en ese regimiento alejado por mero azar: no quise que me acomo­daran porque «me las bancaba solo». Y aunque pudo haber sido por orgullo, fue de las mejores cosas que me pudieron haber pasado.

Aquel año conocí por vez primera lo que era mi país: me quejaba de la ropa, pero para muchos era la mejor que ha­bían tenido en su vida; me quejaba de la comida -guisos y gui­sos-, pero otros la recordarían como la más abundante que hu­biesen probado; al principio me quejaba de tantas cosas… A muchos les dieron allí su primer cepillo de dientes, es una estupidez lo que te digo, una nimiedad, pero vale.

Una vez pasado el fragor de la instrucción me puse a co­labo­rar en la escuelita de la unidad y Calixto fue uno de mis «alumnos».  Primeras letras, primeros números; le daba uno y recibía diez. Mientras torpemente dibujaba redondeles, me contaba lo que eran las zafras tucumanas, lo que era el traba­jo en el monte, cómo se hacían los durmientes, los postes, tantas cosas…

El capellán un día organizó cursos de primera comunión, confir­mación y perseverancia; fuimos con Calixto a anotarnos jun­tos, lo recuerdo como si fuese ahora. Esa vez me llevó él mientras me cantaba una copla que le había enseñado la abuela:

En esta vida emprestada
el buen vivir es la llave,
aquel que se salva sabe,
y el que no, no sabe nada.

Me dejó pasmado porque en su rusticidad sabía mucho más que yo en las teologías de mi colegio y de la universidad. Tiempo más tarde, en las trincheras, le pe­día que me la cantase bien fue­rte, le pedía que tapase con su voz el ruido de la artillería que nos golpeaba, y te juro que lo conseguía:

Sabe que te has de morir
que tienes gloria o infierno,
bueno o malo todo eterno
y que a juicio has de venir.
Así debes discurrir;
si tu vida es emprestada,
allí la disculpa enfada,
pues se salva en un momento,
el de buen entendimiento
y el que no, no sabe nada.

* * *

Ese primer tiempo pasó como han pasado tantos en la vida de los soldados: entre noblezas y miserias. Querría decirte que nos entrenaban como caballeros medievales, pero no. Si lo pienso, te diría que entonces todavía no conocía lo que era la verdadera vida militar, aquella de los grandes de la historia, y ante todo, que no la conocía porque no entendía para qué estaba allí, qué era eso de mandar y obedecer sin saber porqué, algo básico en una organización jerárquica como el ejército.

Dios quiso que la suerte cambiara y parte de nosotros fuésemos trasladados al Regimiento 52 de Infantería. Otro mun­do. Por de pronto, recién allí le encontramos sentido a lo que hacíamos, el «Teco» sabía marcar el rumbo con su ejemplo. Conocés la historia.

Lo que no sabés es que una vez más la providencia me puso junto a Calixto y con él siguió mi aprendizaje hasta que llega­mos a ser soldados «viejos». Obviamente, soñábamos con la baja, volver a ca­sa, pero el año se estiraba. En marzo llegó la buena noticia para «el cha­queño» y te juro que sentimos una mezcla de dolor y alegría. Pero duró poco.

Cuando después del dos de abril lo vi volver, no lo podía creer.  —¿Yo hubiese vuelto?—me preguntaba.

—No te puedo dejar solo porque sos un chambón —me dijo al abrazarme— después de todo soy buen tirador y a los ingleses les tengo ganas…

—Mirá negro que no vamos a poder ganar— dije con mi acostumbrado pesimismo.

—Lo que importa es luchar de una vez por lo nuestro— res­pondió.

Y hacia allí partimos con tanto fervor como incertidum­bre. Recuerdo cómo nos hervía la sangre al escuchar las arengas del Te­niente Coronel en el aeropuerto de las islas: estábamos fundando una nueva Argentina, eso era lo importante, no cuántos Harriers volteá­ramos, o cuántos buques hundiéra­mos. Que lucháramos con ho­nor y Fe, que los ojos de nuestros padres y de nuestros hijos, por nacer aún, se posaban en nosotros.

Cuando arreciaba el bombardeo lo veíamos, sable en mano -sí, sable en mano, literalmente-, dándonos co­raje. Y nosotros tra­tábamos de ser dignos hijos de nuestra tie­rra, dignos hijos de nuestros padres, dignos padres de nues­tros hijos y dignos sol­dados de nuestro Jefe. Y lo fuimos, creo que lo fuimos. Y estoy seguro que desde lo alto los patricios de Saavedra, los infernales de Güemes, los colorados del monte nos miraban con orgullo.

No fueron muchos días; en fin: luchamos y perdimos.

Aunque no lo sabíamos ni lo esperábamos, estaba todo por terminar cuando las esquirlas de una bomba beluga me dejaron al chaqueño tendido al lado. Te imaginás mi impotencia. Vacié mi cargador al aire porque a ese maldito inglés, que vo­la­ba a miles de metros, jamás podría tocarlo.

—Que llamen al cura, hermano, que venga cuando pueda –pidió– Y vos, no me vengas a aflojar ahora.

Mientras lo evacuaban, me quedé mordiendo los dientes, secando mis ojos y esperando una revancha –que todavía no lle­gó.

* * *

Apenas volví a Buenos Aires fui a verlo al hospital con el alma des­trozada. Parecía que quedaba poco del hombre duro que había conocido, pero sólo eran apariencias.

—¿Qué pasó desde enton­ces? –me preguntó– Es poco lo que me acuerdo y menos lo que me han dicho. ¿Cómo están los mu­chachos?

Le dije que nosotros habíamos entregado las armas sola­men­te tres días después de la rendición –y creo que esta fue mi única verdad.

Le dije también que nos habían recibido como héroes des­fi­lando por el puerto al son de innumerables bandas y entre mul­titudes orgu­llosas; le dije que la nueva Argentina había naci­do, que su sangre y la de tantos no había sido vertida en vano; le di­je… ¡qué sé yo!, ¡tantas otras mentiras!  Sólo recuerdo que cada una me roía el alma. Te aseguro que me roían el alma… ¿Te creés que podía decirle que nos recibie­ron a escondidas y a­vergonzados? ¿Podía decirle que les había dolido más perder en el mundial de fútbol; que la Argentina cambiaba pero una vez más, para peor; que en poco tiempo nos desprecia­rían como «chicos» o «locos de la guerra»; que a nuestros jefes los ignoraban y los medios denostaban al ejér­cito…? ¿Te creés que lo hubiese soportado? Ojalá que sí, pero murió antes de que tuviésemos el valor de contárselo.

—No me vengas a aflojar ahora– volvió a decirme el último día que lo vi.

Le pedí entonces que me volviese a can­tar aquella copla de su abuela, pero ya no pudo.

Murió en brazos del Teniente Coronel en una sala de hos­pital, lejos de las medallas, lejos de los honores. Pero en el fondo, el camino del soldado Milapi había terminado, glo­rio­so, allá en un pozo de zorro de Malvinas, donde quedó mi cora­zón. Y mi camino sigue, te juro que a veces no sé adonde.

Es por eso que a veces lloro «como una Magdalena».  Ya no tengo corazón. Se me quedó en la turba, se me quedó en los sueños, se me quedó entre amigos que ya no tengo. Y me dejó esperando.

Volverá mi corazón cuando llegue el día aquel que espero: cuando bajen los jefes de Obligado , de Maipú, de Puerto Argentino… cuando retorne la justicia y vuelva a reír la prima­vera. Me vendrá a avisar el soldado Calixto Milapi y vendrán los otros. Y aun­que viejo, quizás, lustraré mis botas, me ves­tiré de gala y con salvas mi fusil saludará al que viene.

Por ahora trato de no aflojar, pero cada tanto me detengo a oír mi co­razón, que late allá en Malvinas, lejos, muy lejos de esta tierra que casi, ya no es mía.

Autor: CY Gabriel Aníbal Camilli

Un nuevo aniversario, con la memoria intacta

Se cumplen 39 años del inicio del conflicto armado entre Argentina y el Reino Unido en uno de los más tristes capítulos que vinculan a ambos países en la disputa por el territorio que comprende las Islas Malvinas, Georgias y Sandwich del sur y espacios marítimos circundantes. Una disputa tan injusta como la guerra misma, pues el legítimo derecho  asiste con la razón a la Argentina y no así el poder hegemónico de las potencias colonialistas. El entramado que desemboca en la guerra es un tanto complejo, pues se hace necesario comprender algunas e variables de índole coyuntural  que podrían establecer las razones por las cuales el gobierno de Galtieri llegó a tal decisión.

Para poner en contexto, en primer lugar, a finales del año 1965 se aprueba la Resolución 2065 por parte de  la Organización de Naciones Unidas que insta a ambos países a reanudar las negociaciones reconociendo la existencia de un territorio en disputa a partir de la existencia de un enclave en el Atlántico sur, y conforme a los preceptos que la Resolución 1514 del 14 de diciembre de 1960 que llama a poner fin a las colonias existentes. En virtud de ello Argentina y el Reino Unido reinician un período de diálogo de un decenio con momentos muy positivos. De hecho en el año 1971 se celebra el acuerdo de comunicaciones entre Argentina y el Reino Unido, acuerdo que significó la llave para la inserción de producción y servicios nacionales en las Islas. Hasta el año 1973 el diálogo fue sumando diversos aspectos que buscaban encaminar la situación a una transición ordenada. Existieron intercambio de documentos e información entre ambos países. Tras la vuelta del General Perón al país, el diálogo se materializó en propuestas concretas basadas en proyectos a mediano plazo que tendrían como principio un sistema de soberanía compartida. En tal sentido, el gobierno de Perón diseñó un esquema de “intervención cooperativa” que buscó reinsertar la cultura nacional en Malvinas. Consistió, básicamente, en el envío de un cuerpo docente de diferentes áreas para la enseñanza primaria y secundaria de los malvinenses. El establecimiento de YPF en las Islas con la perspectiva de avance industrial proyectando el trabajo de refinería a futuro. Y  el envío de 50 productos nacionales que se inserten como propios en la cultura de Malvinas. Perón tenía la firme convicción de que la cultura era un elemento socializador de enorme potencialidad, y para ello la educación se configuraba como el potencial de penetración más importante.

La muerte del General fue un golpe duro para la política nacional, y para el pueblo argentino. La cuestión de las Islas Malvinas también se vio duramente afectada. La asunción de Isabel trajo consigo la reconfiguración del escenario político, económico como también el frente de política exterior. El boom petrolero y la misión Shackleton fueron disparadores para una nueva serie de desencuentros entre nuestro país y la potencia colonial. La proyección de Malvinas hacia nuevas oportunidades de mercado, alejándola de la economía lanera, significó un motivo para plantear el distanciamiento y comenzar a sentar las bases de una fortaleza con perspectivas geoestratégicas muy claras.

Un vendaval diplomático sacudió nuestro país por aquellos años hasta llegar a 1982. La situación del Beagle había generado tensiones límites, y hacia adentro la situación social estaba cada vez más tensa entre la dictadura cívico militar y los trabajadores. Entre el 19 y 20 de marzo se producen incidentes en las Georgias del Sur y las tensiones en el Atlántico Sur venían en escalada. En el orden interno la situación económica se tornaba cada vez más apremiante y en lo social el clima era cada vez más tenso.  En medio de ese contexto, el  31 de marzo en horas del mediodía la flota Argentina puso proa rumbo a Malvinas poniendo en marcha la “Operación Rosario”   que se concretará el 2 de abril. Horas después, el Reino Unido puso en marcha dos portaaviones y una extensa flota de buques que el 1 de mayo llegarían a destino para dar inicio a la batalla. Los días transcurridos entre el 2 de abril y el 1 de mayo se trabajaron en pos de la búsqueda de una solución pacífica. Algo que de ambos lados se sabía que no iba a llegar. El desenlace es conocido por todos.

Nuestros soldados tuvieron que vivir muy duros años una vez transcurrido el conflicto: el período de desmalvinización. Fue esta una etapa que puso a nuestros soldados en segundo plano. Durante los ochenta y los noventa el Estado argentino abandonó en todo concepto a quienes pusieron el cuerpo por la soberanía en nuestras Islas.

Desde el año 2003 comienza una nueva etapa en la cuestión Malvinas. La presencia Argentina con el reclamo de soberanía vuelve a ser el tema en los diferentes organismos internacionales, no sólo ante el Comité de Descolonización de la ONU. Desde el Estado Nacional se instruyó a las provincias incluir en las aulas el tema no sólo como elemento de Memoria, Verdad y Justicia, sino también como un recurso argumentativo y sujeto de soberanía.

El 10 de diciembre de 2015, con un nuevo gobierno, se da inicio a una nueva política en la gestión de la Cuestión Malvinas. Se establece una retórica que intenta el acercamiento comercial y cooperativo hacia el Reino Unido.

La política exterior por Malvinas desde el regreso de la democracia ha tomado diferentes matices según los gobiernos de turno. Diferentes esquemas se llevaron a cabo optando unos por una política de seducción con acuerdos comerciales y cooperativos, tal como sucediera a partir de 1990/91 tras los acuerdos de Madrid. El enfriamiento de las relaciones con los Isleños llevado adelante por el canciller Giavarini durante el gobierno de De la Rúa. Una activa presencia en los organismos internacionales y la regionalización de la disputa a partir del año 2003, para dar paso a lo mencionado en el párrafo anterior, una vuelta al sistema de acercamiento más propio del estilo de Domingo Cavallo, que el planteado por Di Tella en la segunda etapa menemista. Es decir, acercarse desde el concepto de cooperación comercial con claro objetivo de vincularse a Londres  y el aparato financiero internacional.

Existen ejemplos de políticas exitosas que trascendieron gobiernos. La ampliación de las millas marítimas que otorgan mayor capacidad al espació soberano Nacional es el resultado de un trabajo y estudios de décadas que trascendieron diferentes gobiernos. El reconocimiento de nuestros caídos en combate para que dejen de ser “soldado Argentino solo conocido por Dios” es una gestión comenzada por Cristina Fernández y llevada a cabo durante el gobierno de Mauricio Macri.

Un nuevo período en marcha

No será este un 2 de Abril más, es cierto, todos son especiales pero este día entraremos en una larga vigilia camino a los 40 años de la Guerra. Muchas cosas pasaron a lo largo de estos años. Sin dudas la mirada en retrospectiva, para los combatientes, mostrará la nostalgia de pensar en muchos que ya no están, de lo duro que fue el camino del reconocimiento y fortalecerá saber que la conciencia sigue intacta.

Pensar el camino a la conmemoración de los 40 años de la gesta de Malvinas sin dudas requiere de memoria, porque sin memoria no hay futuro. Y al futuro hay que apuntar. La puesta en marcha de un plan a largo plazo en defensa de nuestra soberanía es un deber del Estado Nacional y en tal sentido es preciso trabajar. El establecimiento de bases sólidas que indican un pensamiento de mediano y largo plazo son elementos que se pueden observar a partir de decisiones estratégicas adoptadas durante el 2020, a saber:

  • La creación de un Consejo Nacional para asuntos relativos a la Cuestión Malvinas, que convoca a profesionales, políticos de todos los sectores y universidades de todo el país para estudiar acciones diplomáticas.
  • La Ley de demarcación territorial, imprescindible para reafirmar el trabajo en materia de soberanía territorial y marítima realizado. Con fallo en 2016 y postergado durante cuatro años.
  • La creación del régimen federal pesquero, que también viene a poner fin a una cuestión fundamental: la depredación de nuestros recursos naturales que en 2016 planteó el acuerdo con el Reino Unido. Información de pesca y suelo marítimo en medio de una disputa soberana.

Tres medidas que no solo muestran el compromiso de una gestión con la causa, sino que también van en dirección de lo que demanda el contexto internacional. Es decir, todos los estados buscan cerrar y proteger sus mercados, sus industrias y recursos naturales. La Argentina establece bases para terminar con un aperturismo irresponsable y comienza a ordenar sus prioridades.

Es preciso tener en cuenta que la situación  de coyuntura planteada por el Brexit (la salida del Reino Unido de la zona del Euro) pone en jaque un negocio vital para el nivel de ingreso per cápita Malvinense: la pesca. El famoso “acuerdo de Navidad” que excluye a Malvinas y Gibraltar de la protección arancelaria hiere sensiblemente un rubro que tiene como principal socio a España, mediante la cooperativa pesquera de Vigo y comenzará a arancelarse a más del 18%, con lo cual el impuesto y flete estarían haciendo perder rentabilidad al negocio. Pues entonces, son estas medidas que tienden a tener una intervención sobre la economía malvinense, sin agresiones ni juego brusco, respetando las leyes de mercado.

A 39 años del inicio de la Guerra de Malvinas, es preciso desandar el camino al cuadragésimo aniversario con una sólida conducta soberana, protegiendo nuestros recursos con aquellos elementos que nos brindan las leyes internacionales en materia de Defensa, con una conducta diplomática clara, afirmando el concepto que indica a América Latina como una zona de paz y diálogo.

La Seguridad de la Información, objeto de un acuerdo entre la UNDEF y el IAF

El convenio permitirá nuevos avances en la implementación de la política de protección de la información del Instituto.

Esta semana, el rector de la Universidad de la Defensa Nacional (UNDEF), Jorge Battaglino, y el presidente del Instituto de Ayuda Financiera para Pago de Retiros y Pensiones Militares (IAF), Guillermo Carmona; junto al subsecretario de Ciberdefensa del Ministerio de Defensa, Oscar Niss, firmaron un convenio de colaboración que permitirá nuevos avances en la implementación de la política de protección de la información del Instituto, uno de los activos más sensibles que posee el organismo.

La firma se llevó a cabo en la sede de la UNDEF. En representación de la institución universitaria participaron también el secretario de Ciencia, Tecnología e Innovación, Diego D’Urso; la secretaria de Administración, Dolores Lucero Belgrano; y el asesor legal, Ricardo Huerta. Por parte del IAF, se sumaron el director Ejecutivo, Santiago Esteban, y el subgerente de Tecnologías de la Información y las Comunicaciones, Daniel Sasia, responsable de la gestión del sistema de Seguridad de la Información del Instituto.

A través del convenio, el IAF y la UNDEF acordaron profundizar la cooperación y asistencia técnica especializada, dando así continuidad al plan de fortalecimiento de Seguridad de la Información del Instituto, uno de los pilares fundamentales del proceso de transformación digital que está llevando adelante el organismo para permitir el desarrollo de sus funciones esenciales en el marco de la pandemia. 

Dicho plan incluye la realización de diferentes operaciones, como la evaluación de la seguridad de los activos tecnológicos críticos a fin de contribuir a minimizar riesgos y mejorar la calidad de los servicios ofrecidos a beneficiarios y beneficiarias de todo el país.

El acuerdo sellado esta semana se inscribe en el Convenio Marco de Colaboración Recíproca que ambos organismos firmaron en julio del año pasado con la presencia del ministro de Defensa de la Nación, Ing. Agustín Rossi. 

De esa manera, se establecieron mecanismos de cooperación e intercambio en relación al desarrollo de actividades de capacitación e investigación, con el objetivo de que tanto la UNDEF como el IAF puedan solicitar o prestar asistencia en materia de capacitación laboral y de recursos humanos, asesoramiento y servicios técnicos, investigación aplicada, desarrollo tecnológico y prácticas profesionales, acercando así a dos instituciones de la órbita de la Defensa que agregan valor y conocimiento a los servicios brindados.

Se realizó la 10° Reunión del Consejo de Dirección de la UNDEF

La designación de la nueva vicerrectora, Dra. Carla Morasso; y de dos nuevos decanos, sumado a la creación del Instituto de Ciberdefensa de las Fuerzas Armadas fueron algunas de las definiciones más trascendentes para la institución.

Este jueves 18 de marzo de 2021 se realizó la décima sesión del Consejo de Dirección de la Universidad de la Defensa Nacional. La misma estuvo presidida por el ministro de Defensa de la Nación y presidente del Consejo de Dirección de la UNDEF, Ing. Agustín Rossi; junto al Rector de la UNDEF, Dr. Jorge Battaglino; en la sede de Rectorado, en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

El presidente del Consejo de Dirección dio inicio a la sesión y dio la bienvenida a los asistentes. Una vez aprobado el Orden del Día, se procedió al desarrollo del mismo. En primer lugar, se aceptó la renuncia del vicerrector de la Undef, Mg. Eduardo Seminara, hacia quien las autoridades dirigieron elogiosos conceptos.

El ministro reconoció su desempeño en las funciones y, particularmente, su dirección en la exitosa Diplomatura Internacional en Comunicación y Defensa. El Consejo agradeció al funcionario su compromiso con el desarrollo y la consolidación institucional de la UNDEF.

El rector Battaglino marcó en ese sentido que el reconocido académico “fue de enorme ayuda durante los meses en los cuales se desempeñó”. “Fue un placer compartir estos meses con él y lamentamos la renuncia, entendiendo los motivos estrictamente personales que lo motivaron a la misma”, agregó. Por último, resaltó que la labor de Seminara en los últimos meses será recordada con “mucho agradecimiento del equipo de gestión”. A su vez, el ministro instó a que los conceptos se reflejen en el acta de la reunión y sean acercados al exvicerrector, como muestra de agradecimiento por su compromiso.

A continuación, se designó a la nueva vicerrectora de la Universidad de la Defensa Nacional, Dra. Carla Morasso. Battaglino cumplió la misión de resumir el vasto curriculum de la flamante autoridad y manifestó: “Será un placer que me acompañe. Es una académica de peso y seguramente va a contribuir al desarrollo y a la consolidación  de la UNDEF”.

En sus primeras palabras como vicerrectora, Morasso expresó sentirse “honrada” por el cargo asignado y señaló: “Tengo un especial agradecimiento al ministro por confiar en que puedo contribuir a fortalecer este proyecto institucional que es la UNDEF”.

“Esta nueva responsabilidad implica un gran compromiso de trabajo, apuntando a dar a conocer los conocimientos de la defensa nacional”, concluyó.

Luego de la asunción de la vicerrectora, el Consejo procedió a la designación del CY Gabriel Camilli como decano de la Facultad Militar Conjunta –creada en diciembre de 2020. También se designó al Coronel Mayor Carlos Alberto Presti, como decano de la Facultad del Ejército.

Creación de un nuevo Instituto

A partir de la necesidad de impulsar y optimizar la capacitación del personal en el área de ciberdefensa en el ámbito de las Fuerzas Armadas se propone crear el “Instituto de Ciberdefensa de las Fuerzas Armadas” cuya responsabilidad primaria será la capacitación para la Ciberdefensa con el fin de posibilitar la emisión de títulos de nivel universitario para el personal militar y civil que se dedique a esta temática.

Luego de un intercambio de opiniones se decide la creación del “Instituto de Ciberdefensa de las Fuerzas Armadas.”

Sobre este punto, el ministro Agustín Rossi explicó: “Empezamos a incorporar esta formación dentro de la currícula del personal militar. Es uno de los objetivos que hemos planteado, dejar una serie de iniciativas que involucren el área de ciberdefensa en el marco de esta gestión. Así que la verdad es que es una muy buena iniciativa”.

El presidente del Consejo de Dirección cedió la palabra al subsecretario de Ciberdefensa, Sr. Oscar Nis, y al titular del Comando Conjunto de Ciberdefensa, General Aníbal Intini, quienes celebraron esta iniciativa y la ponderaron como vital en el fortalecimiento de la formación de recursos humanos que se necesita para un área importantísima de la Defensa Nacional.

El Consejo de Dirección instruye al Rector de la Universidad de la Defensa Nacional a elaborar la normativa de funcionamiento del “Instituto de Ciberdefensa de las Fuerzas Armadas”, en coordinación con el Comando Conjunto de Ciberdefensa y la Subsecretaria de Ciberdefensa.

El plan anual

En la continuidad del orden del día previsto, el rector presentó el Plan Académico Anual 2021 y destacó que el mismo se organizó sobre la base de los lineamientos estratégicos que esta gestión formuló en la octava reunión del Consejo de Dirección.

El primero de los objetivos mencionados fue profundizar las políticas de fortalecimiento de la docencia, la investigación y la extensión. A tal fin se propone:

a) Creación de la Comisión de Implementación del art. 4 de la Ley 27015.

b) Desarrollo de la autoevaluación para la evaluación externa de CONEAU en 2022.

c) Lanzamiento de la Licenciatura en Docencia Universitaria.

d) Creación del Comité de Ciberdefensa.

e) Consolidación del Sistema Institucional de Educación a Distancia (SIED).

f) Expansión de los distintos SIUs.

g) Implementación del Proyecto de Apoyo a las Estrategias para la Virtualización de la Enseñanza (PLANVES).

h) Programa de fortalecimiento de la Carrera de Enfermería (para su acreditación).

i) Lanzamiento de 7 cursos de posgrado, Medicina Antártica, entre otros.

j) Reformulación de carreras en la Escuela de Suboficiales Sargento Cabral: creación de 11 tecnicaturas militares universitarias.

k) Convocatoria a concursos docentes en la FADENA.

l) Lanzamiento del doctorado en Defensa de la FADENA.

m)Lanzamiento de la Especialización en Gestión para la Defensa Nacional y la Especialización en Producción de la Información Estratégica en la FADENA, y la Especialización en Género y Gestión Institucional en el INDAE de la Facultad de la Fuerza Aérea.

n) Creación del postdoctorado de la UNDEF.

ñ) Incorporación plena a los programas de becas Progresar y Manuel Belgrano,

o) Convocatoria UNDEFI 2021.

p) Fortalecimiento del Observatorio de la Defensa: lanzamiento de dos nuevos programas de investigación.

q) Creación del área de Innovación y Vinculación Tecnológica de la Secretaria de CyT.

r) Fortalecimiento del Departamento de Idiomas.

s) Puesta en funcionamiento de las áreas de Cursos y Diplomaturas, Deporte y salud, Cultura y Patrimonio, Género y Cooperación Internacional.

t) Puesta en práctica convenio específico para protección actividades tecnológicas

El otro objetivo marco del Plan Anual es difundir una cultura de la defensa nacional en la totalidad del territorio argentino y propender a que la UNDEF se convierta en el principal centro nacional sobre reflexión de los temas de defensa y soberanía. Para ello se prevé:

a) Nueva edición de las diplomaturas en “Género y Gestión Institucional”, “Comunicación y Defensa Nacional”, “Transversalización de la Perspectiva de Género en las Fuerzas Armadas”, “Curso Universitario Argentina estudia China” en conjunto con el Programa PESA).

b) Lanzamiento de convocatoria UNDEX 2021 enfocada en la Guerra de Malvinas.

c) Lanzamiento convocatoria UNDEFA 2021 enfocada en la Guerra de Malvinas.

d) Desarrollo de un Plan de Comunicación Estratégica de la UNDEF.

e) Profundización de la difusión de cuestiones de defensa en redes sociales.

f) Difusión del Boletín Nacional Undef Federal.

g) Organización del Primer Simposio de Defensa Nacional.

h) Publicación de tres números de la revista Defensa Nacional.

i) Continuación de la colección homenaje con el lanzamiento de convocatoria “El legado de Güemes”.

j) Edición de la colección de libros sobre Género del MINDEF.

k) Edición y compilación del Ciclo de Conferencias del CEEPADE 2020.

l) Implementación del proyecto pedagógico del Mapa Bicontinental de la Argentina.

Autoridades

Integran también el Consejo de Dirección de la UNDEF, bajo la presidencia del ministro Agustín Rossi, los secretarios de Estrategia y Asuntos Militares, Sergio Rossi; y de Asuntos Internacionales para la Defensa, Francisco Cafiero; las secretarias de Investigación, Política Industrial y Producción para la Defensa, Daniela Castro; de Coordinación Militar en Emergencias, Inés Barboza Belistri; la jefa de Gabinete, Ana Clara Alberdi; junto a los titulares del Estado Mayor Conjunto de las FFAA, General de División Juan Martín Paleo; del Ejército, General de División Agustín Humberto Cejas; de la Armada, Vicealmirante Julio Horacio Guardia, y de la Fuerza Aérea, Brigadier Mayor Xavier Julián Isaac.