Palabras del Decano de la Facultad de la Armada en un nuevo aniversario de la Armada Argentina
Por decreto del Poder Ejecutivo Nacional Nro. 5304 del 12 de mayo de 1960, firmado por el presidente Arturo Frondizi, se reconoce el 17 de mayo como día de la Armada Argentina. Es este un momento oportuno para reflexionar acerca del porqué de la elección esta fecha para tan trascendente evocación. No se corresponde con la creación de la primera escuadra, que había sucedido varios años antes. Tampoco es el recuerdo del primer combate naval, ni del primer triunfo, ni del más importante por la cantidad de fuerzas empeñadas.
Celebramos hoy una victoria de las armas navales que tuvo proyección de consecuencias estratégicas en la campaña por la independencia americana.
Sitiado Montevideo desde largo tiempo atrás, su supervivencia se veía asegurada por los aprovisionamientos que continuaban llegando por la vía marítima. El largo y desgastante asedio no tenía las consecuencias esperadas por la causa libertadora y la amenaza española, tan cerca de las costas de Buenos Aires, hacía peligrar el nacimiento de la incipiente Nación. En este contexto, la percepción del Almirante Guillermo Brown, de la necesidad de obtener el control de ese espacio marítimo y fluvial fue crucial. Para llevarlo a cabo le bastó una pequeña y mal armada flota, con más necesidades que recursos; su tenacidad y su descollante valentía. Estableció un boqueo cercano a las costas de Montevideo, tan cerrado que ni siquiera las chalupas pesqueras se atrevían a asomarse fuera del puerto por temor a ser apresadas por las naves de la Escuadra de Brown.
Cuando la situación se hizo insostenible para los españoles, decidieron zarpar con sus naves de guerra para dar justo escarmiento a quienes se atrevían a provocar a la que fuera nada menos que una de las marinas que, en aquella época, aún disputaba el control de los mares del mundo. Esa fue justamente la ocasión que Brown había esperado pacientemente. Con su profundo conocimiento de los bajos y corrientes de la región, su genio táctico, su imponente voluntad y el compromiso de sus comandantes subordinados, obtuvo, el 17 de mayo de 1814, después de varios días de combate, una victoria de proporciones épicas frente a una flota que lo aventajaba en una proporción de dos a uno.
Las consecuencias de la caída de Montevideo, lograda por el esfuerzo mancomunado de las tropas del recién nacido Ejército Argentino y de la escuadra de Brown, fueron inmediatas. La derrota definitiva de los últimos vestigios del poder naval español en aguas del Río de la Plata, sumada a la disponibilidad de las tropas antes aferradas al sitio, permitió reorientar el esfuerzo estratégico operacional hacia Chile, realizado por San Martín poco después, que quitó la presión española del flanco occidental.
En las páginas de la historia argentina, es éste el primer ejemplo en donde se ven claramente las consecuencias de una batalla naval en las operaciones terrestres.
Es también éste el momento de honrar a nuestro primer Almirante recordando sus virtudes. Él no se arredró ante escaseces ni dificultades. Este irlandés, nacido en Foxford, exhibió un profundo amor por la causa patriota, que inspiró a sus tripulaciones compuestas por una heterogénea mezcla de criollos, de extranjeros y de gauchos.
Su ilustre persona trasciende los umbrales biográficos de la historia y adquiere las dimensiones de un verdadero arquetipo, cuyas hazañas y tangible humanidad la convierten en un modelo que inspira profunda admiración y alienta su emulación.
En este día, a los 207 años del Combate de Montevideo, vaya nuestro homenaje a todos los hombres y mujeres que dieron su vida en cumplimiento del deber y a todos los que dedicaron generosa y apasionadamente los mejores años su vida al servicio de la Patria.
Tomemos el ejemplo de Brown, sigamos su estela, que el rumbo que nos trazara hace 207 años se mantenga firme en el timón. Cultivemos un sano sentimiento de orgullo por la herencia que representamos, por el valor de los servicios que prestamos a nuestra sociedad y también, por nuestra pasión inquebrantable por ser cada día mejores.
Ing. Mg. Juan Carlos Bazán
Contraalmirante VGM (R)
Decano de la Facultad de la Armada
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