Con una superficie de 30.37 millones km² y una población de 1.216 millones de habitantes, África es el tercer continente más extenso, detrás de Asia y América. Naciones Unidas reconoce 54 estados africanos. Dada la magnitud, este continente tiene una gran diversidad de condiciones sociales, culturales, económicas, políticas y de seguridad. Es por eso por lo que es muy difícil la generalización de las dinámicas que se desarrollan a lo largo de su superficie, para no caer en una simplificación errónea. Pero al mismo tiempo existen regiones con problemáticas comunes y relacionadas entre sí, y también ciertos aspectos en común en todo el continente. Un hecho que marcó y condicionó el futuro de toda África fue el colonialismo, dado que, antes de la Segunda Guerra Mundial prácticamente todos los países africanos eran colonias europeas.
Con la creación de la ONU en 1945, se fortaleció la libre determinación de los pueblos y en 1960, se aprobó la histórica Declaración sobre la Concesión de Independencia a los Países y Pueblos Coloniales, donde se afirmaba que el colonialismo debía llegar a su fin rápida e incondicionalmente. Dos años más tarde, se estableció el Comité Especial de Descolonización para supervisar su aplicación. A partir de ahí comenzó la etapa de la independencia de África.
Esa nueva realidad del continente obligó a un acomodamiento que generó conflictos con las potencias coloniales y guerras por la independencia, en el contexto de la Guerra Fría.
La mayoría de los países africanos lograron su independencia entre 1960 y 1990. Con la independencia los países se encontraron en una situación muy compleja, con una población en su mayoría analfabeta, sin conocimiento, ni capacidad para llevar adelante un estado, ni su desarrollo económico, con enormes cantidades de recursos naturales y con gran cantidad de etnias y lenguajes diferentes.
Este contexto tan complejo dio como resultado gran cantidad de guerras fratricidas, en su mayoría internas, pero con gran participación de otros países, devastando sus territorios.
Pasado los años, esto fue evolucionando, pero a pesar de ello, África sigue siendo un continente inestable, con gran cantidad de tensiones de diversa índole debido a múltiples causas, con gran cantidad de conflictos armados.
En la actualidad, los conflictos más generalizados son los internos con la presencia de grupos armados locales, insurgencias / grupos yihadístas – islamistas con vínculos con el terrorismo internacional, con diversos intereses, que normalmente trascienden los límites y los controles estatales. En esta dinámica se producen grandes crisis sociales y humanitarias, conviviendo con conflictos étnicos y de gobernanza.
Al mismo tiempo, África genera mucho interés geopolítico por sus recursos naturales y muchas economías que tienen un rápido crecimiento a nivel mundial. Esta realidad representa importantes implicancias en aspectos demográficos, sociales, económicos y con un importante impacto en la seguridad y la defensa local, regional y mundial.
Según la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), “de todos los lugares del mundo en los que la violencia obliga cada día a huir a civiles inocentes, África es probablemente el continente más castigado. Al incesante número de conflictos armados que se alargan a lo largo de los años sin visos de terminar, se suma la pobreza de gran parte de sus estados. Este continente alberga los 10 países más pobres de todo el mundo y es el hogar de más de 18 millones de refugiados y desplazados”.
Actualmente, hay alrededor de 25 conflictos en desarrollo en África, principalmente en el África Subsahariana. La cantidad de recursos naturales, la pobreza extrema, la vulnerabilidad estatal y los problemas étnicos y religiosos, son fuentes de tensiones y conflictos.
África, es el continente que tiene la mayor cantidad de Misiones de Paz de Naciones Unidas (7 de las 13 misiones de paz y 11 de las 24 misiones políticas) y con la mayor cantidad de efectivos. El 85% de los recursos de las Naciones Unidas va destinados a ese continente en diferentes programas.
A pesar de todo lo expuesto, esta situación no es adecuadamente visibilizada y sus conflictos son muy poco estudiados. Por ello varios autores han llamado a África como el continente olvidado.