UNDEF Federal
Boletín Nacional

Edición 04 Octubre 2021

La UNDEF impulsa un cambio de hábitos para cuidar el ambiente

El Rectorado de la Universidad de la Defensa Nacional dio un gran impulso este año a las buenas prácticas sustentables en el uso de diversos recursos –papel, electricidad, artefactos, entre otros– por parte de sus autoridades y del personal; en sintonía con el convencimiento y el compromiso que sostiene en torno al cuidado de la Casa Común.

Atento a las recomendaciones emanadas por organismos competentes, principalmente en lo que refiere a la racionalización de uso de papel, entre otros grandes conceptos, la UNDEF entiende que debe velar por un correcto actuar de la administración pública nacional.

En consecuencia de lo manifestado es que se torna primordial y obligatorio por parte de las dependencias el uso de impresión a doble faz de toda la documentación administrativa que tramita por expedientes, como así también velar por la digitalización de archivos que puedan reemplazar al formato papel en la medida que no colisione con la finalidad del documento.

De igual manera se promueve velar por el ahorro energético (en su utilización por la emisión de gases) de los aires acondicionados, manteniéndolos siempre a 24 grados, como también la utilización y el ahorro de los recursos informáticos siempre que sea posible.

Estas buenas prácticas sustentables podrán generar un impacto positivo en el medioambiente racionalizando los recursos naturales que poseemos, como limitar la utilización excesiva del agua y la utilización y racionalización del consumo energético.

Excursión a la reserva natural de la defensa "Isla Martín Fierro"

El sábado 18 de septiembre los miembros del equipo de investigación del Programa “La Defensa Nacional y el Cuidado de la Casa Común” (PRODENAC), articulación Santa Fe, visitaron la Reserva Natural de la Defensa “Isla Martín Fierro”, jornada que se realizó en conjunto con investigadores del Centro Científico, Tecnológico y Educativo “Acuario del Río Paraná” y de la Fundación “Semillas de Sol”.

Ubicada en el límite entre las Provincias de Santa Fe y Entre Ríos, y frente a la localidad santafesina de Fray Luis Beltrán, la Isla “Martín Fierro” se caracteriza por albergar en sus 211 ha. de superficie una gran biodiversidad de especies.

Actualmente utilizada para ejercicios de supervivencia y entrenamiento por las fuerzas armadas, la isla se encuentra en un estado natural prístino circunstancia que ha sido determinante para que este territorio administrado por el Ejército Argentino sea incluido dentro de los Espacios Naturales de Interés (ENIC) para la conservación de la biodiversidad.

Gracias a la colaboración de la Prefectura Naval Argentina -base San Lorenzo- y de la Base de Apoyo Logístico “San Lorenzo”, el equipo de trabajo se trasladó a la Provincia de Entre Ríos con el objetivo de relevar las especies existentes en esta parte de la ecorregión Delta e Islas del Paraná, a fin de planificar actividades en resguardo de la diversidad biológica y de bienes naturales considerados estratégicos para la soberanía nacional.

Participaron de esta actividad Fernando Lo Menzo (Biotecnólogo) y Francisco Alonso (Biólogo) por el Centro Científico, Tecnológico y Educativo “Acuario del Río Paraná”; Sergio Jakubonis (Médico Veterinario) por la “Fundación Semillas de Sol”; Aníbal Torres (Politólogo) y Juan Manuel Plá (Abogado) por el PRODENAC y el Capitán Gonzalo Carranza por el Ejército Argentino.

Programa de senderos de interpretación y educación ambiental 'Reserva de la defensa, Ascochinga'

Programa de senderos de interpretación y educación ambiental "Reserva de la defensa, Ascochinga"

El pasado 31 agosto de 2021, se inauguró la cartelería en la RESERVA DE LA DEFENSA, ASCOCHINGA; la cual constituyó el producto final de un proyecto UNDEX del equipo de extensión de la Facultad de Ciencias de la Administración del IUA; en trabajo conjunto con la sociedad civil (ONG, Mesa del Agua, principalmente); IOSFA (Colonia de Ascochinga) y el Municipio de La Granja. Como asimismo las FFAA y Policía Ambiental, quienes colaboraron con diferentes aspectos referidos a la cartelería (traslados de carteles, donación de postes etc).

El proyecto (aprobado en su cierre en su momento) que se desarrolló principalmente mediante una serie de talleres en la zona; tuvo un producto que fue la concreción de la cartelería (señalética), la cual contó con muchas instancias: la compra del material, diseño propuesto en talleres “mensajes”; contratación del ebanista; traslado de materiales, traslado de los carteles ya elaborados (pandemia de por medio), y luego la etapa de armado de los carteles con los postes y la de cavado de pozos; materiales para su fijación y puesta de los mismos.

Todo ello como se señalara fue tarea de distinto actores sociales e institucionales; entre ellos: de la Colonia y RESERVA DE LA DEFENSA, ASCOCHINGA, el Sr. Brigadier (art 62) Pedro NOTTI, del CRUC IUA; el Secretario de Extensión del CRUC IUA Comodoro Lic. Dante LEONE; la directora del proyecto, la Doctora Cristina DEL CAMPO, el Licenciado Guillermo BUIRA; el Arq., Carlos AMBROSICH, Intendente de La Granja; Christine EDWARD, Ricardo CHIAVASSA y Alicia ÁLVAREZ, en representación de la Mesa del Agua; todos involucrados desde sus espacios en la concreción de la puesta de esta cartelería en la reserva.

Esta instancia representa un logro de coordinación y trabajo conjunto entre las instituciones involucradas (IOSFA; FFAA; IUA UNDEF; Mesa del Agua, etc) para plasmar lo trabajado en talleres comunitarios en la zona con educadores, grupos ambientales, vecinos, extensionistas universitarios etc y que -entre otros- dieron como resultado la necesidad de contar de cartelería en la Reserva como manera de INFORMAR Y PARTICIPAR en lo referente a la existencia de una reserva natural (para el paso de turistas) pero además como expresión de la comunidad toda en reafirmar la necesidad de conformar en lo normativo de un nivel de reconocimiento que permita su tutela, manejo y disfrute colectivo.

Clase especial de FADENA: 'Recursos naturales como objetos de valor estratégico'

Clase especial de FADENA: “Recursos naturales como objetos de valor estratégico”

La Facultad de la Defensa Nacional convocó a la clase especial “Recursos Naturales como objetos de valor estratégico”, que se desarrolló este lunes 27 de septiembre a las 17.

El encuentro virtual estuvo a cargo del Lic. Gustavo Adolfo Koenig, quien además de ser Profesor en Sociología de la Universidad Nacional de Buenos Aires, es Maestrando en Defensa Nacional de la UNDEF; Director de Recursos Naturales y Medio Ambiente de la Fundación Interactiva para la Cultura del Agua; Titular del Seminario Integración Latinoamericana, Recursos Naturales y Modelos de Desarrollo de la IUMPM; Coordinador de la Cátedra Libre América Latina Ahora o Nunca(UBA); periodista, investigador y escritor en el blog Ecoperonismo.

La disertación estuvo centrada en el análisis de una geopolítica de perspectiva sudamericana pensada para la defensa de los recursos naturales en la región, tomando como base conceptual el discurso del Gral. Juan Domingo Perón del 11 de noviembre de 1953 en la Cena de Camaradería de las Fuerzas Armadas, más conocido como ABC (por la integración de Argentina, Brasil y Chile).

La propuesta es observar a los Recursos Naturales como Objetos de Valor Estratégico para la Defensa Nacional ya que se trata del territorio mismo de la Nación lo que se extranjeriza en el contexto de la disputa mundial por la provisión de materias primas y alimentos como eje que organiza el territorio sudamericano como economías de enclave colonial.

La transmisión fue por el Canal Oficial de Youtube de la UNDEF. Para volver a verla: https://youtu.be/o94Cci434BU

Ejercicio 'Respuesta Inmediata'

Ejercicio “Respuesta Inmediata”

Como parte de la práctica profesional correspondiente a la Especialización en Estrategia Operacional y Planeamiento Militar Conjunto, una de las carreras de posgrado que dicta la Escuela de Guerra Conjunta de las Fuerzas Armadas, dependiente de la Facultad Militar Conjunta, se realizará durante el mes de octubre un ejercicio enmarcado en el Nivel Operacional llamado “RESPUESTA INMEDIATA”.

Los últimos consensos para la respuesta al cambio climático global en el orden internacional y local intentan su aplicación en aspectos del planeamiento estratégico militar y operacional, niveles de la guerra de incumbencia específica de esta casa de altos estudios.

Dicho ejercicio, desde su concepción contempla exigencias, agregadas al problema militar a resolver, vinculadas con la preservación y conservación del medio ambiente en las operaciones militares, tanto terrestres como navales y aéreas.

El diseño del ejercicio reúne y resume el estado del arte en la materia hasta el presente previendo aquellos aspectos ambientales que, siendo o no consecuencia de las actividades de la defensa, pudieren incidir sobre la libertad de acción en las operaciones militares.

En el desarrollo de la práctica profesional, existe un rol en el estado mayor directamente involucrado en el cuidado ambiental, cual es, el de Jefe de Asuntos Civiles. Como parte del juego de roles marcadamente interagencial, deberá interactuar con las agencias pertinentes, integrar la información reunida para volcarla luego en el asesoramiento para el diseño de la campana.

La importancia de la preservación del medio como sostén de los seres humanos no se puede soslayar, y es así que obra como factor de relevancia en la ejercitación, y en la formación de los alumnos en general.

La afectación de los ecosistemas marinos como consecuencia del cambio climático, por Horacio A. Terribile[1]

El artículo pretende revelar las preocupaciones actuales en el cuidado de los océanos y mares y en particular de los ecosistemas marinos que lo integran. La biodiversidad marina, que representa la variedad de vida en los océanos y los mares, que es una cuestión central de los tres pilares del desarrollo sostenible - económico, social y ambiental - y que mantiene el funcionamiento saludable del planeta y asegura la supervivencia de la vida en la tierra, está seriamente amenazada por la acción del humano.

Este tema ha tomado relevancia en los últimos tiempos en las agendas políticas nacionales, merced al empuje de Organizaciones No Gubernamentales (ONGs) que han logrado instaurar un debate, que cruza a gran parte de la sociedad, respecto a que el futuro verde del planeta depende del necesario complemento de la mirada azul.

Argentina es indudablemente una nación fluvial, marítima y antártica tanto por su configuración geográfica, como por su historia y por su presencia. No obstante, habitamos un país cuya sociedad se ha criado de espaldas al mar, incluso pese las grandes migraciones allende del mar que nos han forjado como Nación. Esta ausencia de conciencia e identidad marítima nos ha impedido dimensionar la relevancia del mar y por ende ahondar de manera sistémica e interdisciplinaria sobre sus recursos, el cuidado de los mismos y a través de ellos, concebir el desarrollo integral de la Nación.

La figura plasma una realidad incontrastable, geográficamente excéntrica a los grandes centros de consumo mundiales, Argentina es una isla en el confín de Sudamérica. Basta mirar desde el cenit a Sudamérica, para comprender esa inmensidad oceánica que la comprende e imaginar la multiplicidad de riquezas y posibilidades de desarrollo que ella contiene.

¿Por qué los océanos y el mar?
Son numerosos los estudios que predicen al mar como la última barrera inexplorada y como reservorio alimenticio de la humanidad. Según estimaciones de la ONU para el año 2050 la población mundial aumentará un 29% accediendo a 9800 millones de habitantes. En ese contexto, los océanos constituyen más del 90% del espacio habitable del planeta y contienen unas 250.000 especies conocidas y muchas más que aún quedan por descubrir, ya que todavía no se han identificado más de dos tercios de las especies marinas del mundo.

El planeta tierra tiene 510 millones de Km2 de los cuales casi el 71% corresponde a las aguas de los océanos y que además contiene más del 95% de la biosfera[2]. El Océano conecta toda la vida del planeta y la regula, uniendo a personas y a naciones. Su salud es esencial para el bienestar de las sociedades y los ecosistemas. Este genera más de la mitad del oxígeno que respiramos[3], y más de un tercio de la población mundial vive a lo largo de sus costas[4]. También da forma al clima de la Tierra y absorbe más del 90% del exceso de calor atrapado en la atmósfera por las emisiones humanas de gases de efecto invernadero[5].

Asimismo, es la base de un sistema de industrias que emplean a millones de personas y que generan 24 billones de dólares para la economía mundial cada año, sin considerar la explotación de los hidrocarburos. Aproximadamente el 61% del total del producto interno bruto del mundo proviene del océano y de las zonas costeras situadas a menos de 100 km del litoral[6].

Estas zonas, donde la densidad de población es 2,6 veces más elevada que en las zonas del interior, se benefician directa e indirectamente de los bienes y servicios de los ecosistemas costeros y marinos, que coadyuvan a erradicar la pobreza, al crecimiento económico sostenido, la seguridad alimentaria y la creación de medios de subsistencia sostenibles y de empleo inclusivo, al tiempo que mitigan los efectos del cambio climático.

La vastedad de oportunidades comerciales explica la intensificación creciente del uso de los mares y océanos a través de diversas actividades comerciales para aprovechar sus recursos, lo que deteriora su salud y pone en riesgo su sostenibilidad. No obstante, esta es una actividad muy poco visible en Argentina desde el punto de vista de su potencial impacto productivo y de innovación de aquellas actividades vinculadas a los recursos oceánicos, las que más recientemente se han comenzado a denominar como economía azul[7], clave para el futuro de un planeta verde.

Desde el plano ambiental, abordar la protección y la gestión del océano bajo criterios de sostenibilidad en la consecución de los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) para el año 2030[8] ha sido una muestra cabal para comprender los puntos de presión que están afectando a la salud del océano y que habilita pensar un enfoque planetario que mitigue los grandes cambios ecológicos a futuro.

[1] Capitán de Navío (RE) Dr. en Relaciones Internacionales egresado de la Facultad de Ciencia Política y Relaciones Internacionales de Rosario. Docente e Investigador de la Escuela de Guerra Naval - Facultad de la Armada – Universidad de la Defensa Nacional

[2]Blue Economy Concept Paper: https://sustainabledevelopment.un.org/content/documents/2978BEconcept.pdf

[3]Primera evaluación integrada del medio marino a escala mundial (Evaluación Mundial de los Océanos) (Naciones Unidas, 2016): http://www.un.org/depts/los/global_reporting/WOA_RegProcess.htm

[4]UN Environment: https://www.unenvironment.org/explore-topics/oceans-seas/what-we-do/working-regional-seas/coastal-zone-management

[5]Quantification of ocean heat uptake from changes in atmospheric O2 and CO2 composition (Resplandy et al.,2018).

[6]Paulo A.L.D. Nunes y Andrea Ghermandi, "The economics of marine ecosystems: reconciling use and conservation of coastal and marine systems and the underlying natural capital", Environmental and Resource Economics, vol. 56, núm. 4 (octubre de 2013), págs. 459 a 465 (460).

[7]La economía azul comprende todas las actividades vinculadas a los recursos oceánicos y marítimos. Esta incluye tanto sectores más tradicionales como pesca y acuacultura, gas y petróleo offshore, energía oceánica, turismo marítimo y costero, industria naval y logística portuaria, como otros sectores emergentes de alto nivel de potencialidad en términos de crecimiento e innovación como energía azul (eólica y mareomotriz), la bioeconomía azul, los minerales marinos, la desalinización o la defensa marítima.

[8]Naciones Unidas ha proclamado una Década de Ciencias del Océano para el Desarrollo Sostenible (2021-2030) con el objetivo de reunir a actores de todo el mundo que trabajen en un marco común que garantice que la ciencia de los océanos contribuya a los ODS.

APUNDEF cumple tres años de participación en el programa de reciclado de la Fundación Garrahan

APUNDEF cumple tres años de participación en el programa de reciclado de la Fundación Garrahan

La Asociación del Personal de la Universidad de la Defensa Nacional (APUNDEF) participa desde 2018 del "Programa Reciclado y Medio Ambiente" de la Fundación Garrahan.

Se trata de una propuesta ecológica, solidaria y educativa, que busca promover la concientización y la adquisición de nuevos hábitos de cuidado de nuestra Casa Común, aportando al ahorro de agua, energía y reduciendo los niveles de contaminación a través del reciclado de papel.

En el Rectorado de la Universidad se pueden encontrar los contenedores del papel de descarte producto de la actividad diaria de la institución. De esta manera se ha aportado en este tiempo a las más de 100.000 toneladas de papel que la Fundación ha procesado.

¿QUÉ PAPELES SÍ?

– Papel blanco o de color (impreso en negro o color, con o sin ganchitos) sobres de todo tipo de papel( con o sin etiqueta o ventana de celofán), formularios continuos, diarios, revistas, carpetas plásticas o biblioratos llenos de papel, folletos, guías telefónicas, papel de fax, y cartón.

¿QUÉ PAPELES NO?

– Servilletas, pañuelos descartables, planchas de etiquetas, papel fotográfico, de golosinas, carbónicos, plastificados, metalizados, envoltorio de papel de resmas (si es plastificado), papeles autoadhesivos.

Es muy importante que el papel no se haga bollo al descartarlo, para evitar gastar tantas bolsas y la logística sea más económica.

El reciclaje es un tratamiento que se da a los residuos para que gran parte de lo que se desecha como basura vuelva ala cadena de consumo transformado en nuevos productos.

En el planeta, se desperdician miles de toneladas de desechos que podrían reciclarse con la tecnología moderna. Es por eso que es importante promover la reducción de basura que cada persona genera a lo largo de su vida.

Lo recaudado en este programa se aplica en:

  • Funcionamiento y sostén de Casa Garrahan, que se suma a lo aportado por padrinos. Casa Garrahan es un hogar donde se hospedan niños de bajos recursos que vive a mas de 100km y se encuentran en tratamiento ambulatorio en alguno de los hospitales pediátricos de Buenos Aires.
  • Compra de equipamiento médico de avanzada tecnología: Instalación en quirófano, asistencia en cirugías, equipamiento para video cirugías y para el área de neonatología.
  • Compra de insumos: oxigenadores para cirugías cardiovasculares, leches maternizadas, pañales, sondas, vías prolongadoras, saturómetros, catéteres, material descartable, etc.
  • Reparación de equipamiento de alta complejidad: equipos de laboratorio, imágenes, ecógrafos, videocolonoscopio, etc
  • Formación y capacitación del equipo de salud.
  • Ayuda social a niños carentes de recursos. Provisión de oxígeno y viáticos.
  • Mantenimiento edilicio.
  • Financiamiento de otros programas: biblioteca, editorial, educación continua, talleres, equipamiento informático, etc.

Reflexiones sobre el cuidado de la casa común

Reflexiones sobre el cuidado de la casa común, por Federico Fernández Reigosa[1]

La Defensa Nacional y el Cuidado de la Casa Común

La encíclica Laudato Sí, aparecida en 2015, ha resultado fuente de inspiración para la consolidación de un programa titulado La Defensa Nacional y el Cuidado de la Casa Común en el seno del Observatorio de la Defensa de la Universidad de la Defensa Nacional. Quizás para algunos, que un documento del Vaticano orientado al cuidado del ambiente cobre protagonismo en una universidad vinculada al estudio de la defensa pueda resultar curioso. Un breve artículo como éste no alcanzaría para abordar en profundidad los distintos aspectos tratados por la encíclica. No obstante, se mencionarán los aspectos más salientes.

La FAO en su documento “El estado de la seguridad alimentaria y la nutrición en el mundo. 2017” ha ligado el cambio climático con la concurrencia de catástrofes vinculadas al clima, trazando una correlación entre estos fenómenos y la inseguridad alimentaria y otros conflictos. Este tipo de miradas de securitización de lo ambiental, podrían, por sí mismas, permitirnos hallar la relación entre medio ambiente y defensa.

[2]De hecho, la propia encíclica, en su punto 57, indica que es previsible que “ante el agotamiento de algunos recursos, se vaya creando un escenario favorable para nuevas guerras”. No obstante esto, es importante recordar que la encíclica implica – a nuestro juicio – un abordaje más rico y complejo.

Ecología Integral: el centro es el hombre.

El paradigma de la Ecología Integral desplegado en el documento, pone en un mismo nivel los aspectos ambientales y los humanos.

Allí se indica que “la justicia con los empobrecidos es inseparable de la preocupación por la naturaleza. No es posible acoger el clamor de los pobres, sin atender al clamor de la tierra”. Aquí se aprecia el enfoque esencialmente humano de la problemática, que contrasta con la “mirada global anti-humanista que ha sido abrazada muy ampliamente a través de la izquierda verde y más allá”, para usar palabras que el reportero de la revista Science Leigh Phillips plasmara en una obra reciente.

Casa Común: impactos diversos.

“Muchos pobres viven en lugares particularmente afectados por fenómenos relacionados con el calentamiento y sus medios de subsistencia dependen fuertemente de las reservas naturales y de los servicios ecosistémicos, como la agricultura, la pesca y los recursos forestales”, señala el punto 23 de Laudato Sí. Se observa que existe un especial padecimiento para aquellos que viven en países subdesarrollados. La crisis ambiental es global, pero su incidencia difiere en virtud de las escasas posibilidades que los más pobres enfrentan para mitigar su impacto. Ante esto, el Papa ha propuesto “responsabilidades comunes pero diferenciadas”: Son los países más desarrollados los que deben hacer un especial esfuerzo, destinando recursos para ayudar a generar una producción más amigable con el ambiente.

Hombre consumidor desarraigado vs. hombre en comunidad

La encíclica llama a reflexionar sobre la “cultura del descarte” (tanto de las personas como de los objetos). Resulta necesario abandonar el consumismo extremo y el individualismo exaltado por una mirada que promueve el avance de las reglas del mercado por sobre todos los órdenes de la vida comunitaria.

Al mencionar la “vida comunitaria” no está de más hacer referencia a otro documento reciente del Papa Francisco: la encíclica Fratelli Tutti. Allí se recuerda que la sociedad es más que la “mera suma de los individuos”: se requiere también de valores y una historia compartida, ambos aspectos desdeñados por un discurso posmoderno empeñado en fraccionar a las comunidades en individuos y “colectivos”. El enfoque del Papa contrasta con una mirada tan cara a cierto progresismo cultural como funcional a una visión liberal de la economía. Está en las antípodas del homo globalis desnacionalizado y desligado de toda comunidad ética al que alude el filósofo italiano Diego Fusaro.

¿Por qué nos hemos detenido en la consideración anterior? Porque es necesario subrayar que la Ecología Integral no debe entenderse como un discurso moralista e individualista a lo Greta Thunberg, que diluye las responsabilidades de los Estados y corporaciones en millones de pequeñas cuotas de responsabilidad.[3]

Sin lugar para miradas ingenuas

La encíclica Laudato Sí, advierte sobre los enormes intereses económicos internacionales que, bajo el pretexto de cuidar de los recursos naturales, “pueden atentar contra las soberanías nacionales”. Los problemas ambientales y sociales que azotan a los pueblos no pueden abordarse desde el voluntarismo ni desde la ingenuidad. Por ello, tan importante como analizar los intereses económicos detrás de algunas iniciativas supranacionales es analizar el desempeño de algunas organizaciones de la sociedad civil que en verdad debieran conocerse como “organizaciones paraestatales”.

No puede arribarse a soluciones que no contemplen escuchar la voz de los propios pueblos damnificados. Los pueblos – recordemos - se manifiestan aún a través de los Estados Nacionales. La Nación, categoría histórica y mutable, mantiene aún vigencia, la cual se reconoce crecientemente en un contexto de crisis del unipolarismo y consolidación de nuevas potencias: la Rusia de Putin ha generado un acercamiento a la Iglesia Ortodoxa, reconocida como baluarte de ciertos valores nacionales, mientras que la China de Xi Xinping envía a sus altos dirigentes a seminarios sobre Confucio y otros pensadores chinos. Ambas potencias muestran así la continuidad de sus proyectos nacionales con tradiciones que se remontan bien atrás de su pasado comunista.

Desarrollo sí, decrecimiento no.

Como último punto, y de vital importancia, resulta mencionar que la defensa de la Casa Común no implica abrazar el decrecimiento. Publicidades, artículos, campañas y documentales nos bombardean en una misma sintonía: la línea que abriera el Club de Roma a comienzos de la década del 70. Nos invitan a no comer carne (mientras, los países que se desarrollan aumentan su ingesta calórica), a reducir la natalidad sin más (incluso a los países con bajísima densidad demográfica) y a disminuir el consumo (sin distinciones, como si el consumo suntuario de un canadiense tuviera alguna relación con el subconsumo del África Subsahariana, por ejemplo). El punto 50 de Laudato Sí concluye que “se pretende legitimar así el modelo distributivo actual, donde una minoría se cree con el derecho de consumir en una proporción que sería imposible generalizar, porque el planeta no podría ni siquiera contener los residuos de semejante consumo”. Podríamos decir, entonces, también lo contrario: Si se pretende consolidar un determinado modelo de consumo, se pretende asimismo sostener un cierto nivel de subconsumo, que no ponga en riesgo la actual distribución de recursos.

Por último, se indica que “no faltan presiones internacionales a los países en desarrollo, condicionando ayudas económicas a ciertas políticas de salud reproductiva”. Se trata de un distanciamiento del enfoque neomalthusiano en auge. Un país como el nuestro, requiere crecer para dar más y mejores oportunidades a sus hijos.

Palabras finales

Lo hasta aquí reseñado ha sido un repaso de algunos puntos que se consideran relevantes en el marco de un “proceso geopolítico de creciente competencia internacional por los recursos naturales (que) requiere a futuro de un abordaje integral en materia de defensa, ambiente y salud en aras de la paz”, tal como reza la resolución que diera origen al Programa en la UNDEF.

Problemáticas sociales, ambientales y estratégicas vienen siendo analizados desde el Programa, en el marco que la actual pandemia impone. Dichos análisis son realizados desde una perspectiva humanista inspirada en la Ecología Integral y desde una perspectiva nacional, comprometida con el aporte al acervo de los estudiantes y graduados de la Universidad en la que nuestro Programa se inserta.

[1]Integrante del Programa La Defensa Nacional y el Cuidado de la Casa Común (UNDEF)

[2]Un número especial del año 2020 de la Revista de la Escuela Superior de Guerra ha abordado el discurso de diferentes organismos internacionales en torno a los recursos naturales: http://cefadigital.edu.ar/handle/1847939/1613

Invitamos a ver y leer más documentos sobre la temática en el sitio de UNDEF Libros: https://www.undef.edu.ar/libros/biblioteca-digital/